Cuando el guión se apodera de tu vida y te pasa lo que a ellos...
no es la casa de Lola, no es la puerta secreta, no.
Es mi lavadero y el plomero agachado en la cocina...
Una tarde gris, conviviendo con mis personajes, buena musica, entre polvo, taladros, agua que fluye....
Tomando con calma el caos.
Cantabriqueando.